miércoles, 17 de abril de 2024

LUCÍA ROSA GONZÁLEZ, VIBRACIÓN DE LOS NOMBRES


El pasado día 4 de abril presentamos en la Biblioteca Pública del Estado el último poemario de Lucía Rosa González. 

Conocí a Lucía Rosa hace veinte años en la isla de La Palma. Creo que fue el día en que Luis León Barreto presentaba a la escritora palmera Ana Samblás, tristemente fallecida en el 2003. De lo que si me acuerdo bien es de los primeros encuentros en casa de Lucia y Miguel Ángel en Todoque, del olor a tomillo y a laurel, a flores, a campo. Recuerdo aquellos atardeceres alrededor de aperitivos con aceitunas, almendras, el bizcochón. Más tarde llegaron los asaderos. Y aún hoy evoco nuestras conversaciones literarias, eróticas y poéticas.


Han pasado los años y la obra de Lucía Rosa González, poeta, narradora de relatos y dramaturga se engrandece con
Diario del volcán. Una obra que refleja un tiempo aterrador para la población palmera. Escrita en primera persona, con una prosa lírica, original, melancólica e íntima. Explora la poeta el sentimiento y el sufrimiento, el dolor personal y el de tantas y tantas personas. Bucea en la experiencia de la pérdida, en la incompatibilidad de capturar esa utopía que se le promete a los humanos, pero que la realidad se encarga de malograr. Entonces la poeta se refugia en la literatura e intenta gestionar esa verdad tan penosa, con una estremecedora elocuencia, en el que, a veces, se hace visible el potente grito:

…¡Que no lo veíamos! ¡Lo juro! En la azotea, a oscuras, y como si no existiera. Cerrábamos los ojos para abrirlos de refilón; y cero volcán. ¿Y eso? ¿Bate el récord de terremotos y súbitamente calla? Ahorra la energía  para ralentizarse y durarse, se le ve el plumero, es una trampa. Nos desconcertamos ante este parón de un modo masoquista, como si quisiéramos acrecentar la tortura…

Pero hoy quiero presentarles, Vibración de los nombres, el último poemario de Lucía Rosa, un libro escrito con ese dominio de los tiempos, con esa voluntad indagadora en lo telúrico, enraizada a la tierra, a la lluvia, al viento, a las tuneras, a las retamas heridas.

Duele que se desangren estas ramas/ Mira la parra madre, / ¿podrías enderezarla?, su raíz sobresale como un puente/ bajo el techo del túnel.

Es una poesía de la experiencia, de emociones, de los recuerdos de su madre, del paisaje.

Mi madre ha regresado con la lluvia. / ¿La rociarán de esperma/las nubes agredidas/para verla nacer como otra madre/ de nuevo entre las dalias?/…

En Vibración de los nombres vemos una poesía de indagación, de preguntas con imágenes literarias, en los sonidos de la naturaleza, los frutos, la melancolía, en la búsqueda de la verdad, del gran acontecimiento que vivimos día a día, en la que los seres humanos, casi perdidos, buscamos la luz, la memoria, los latidos que nos muestra la inmortalidad de lo efímero, la permanencia del presente, la duración del pasado.

Y en esa indagación, búsqueda y planteamiento vital con la palabra exacta, se cobijan el ritmo y la musicalidad de poemas como: La música invisible. El concierto de góspel, La cripta de la novia. Nos conmueve en La palabra que parpadea en La tormenta que nos une, La mirada de la plaza o en las fisuras del Espejismo. Nos conmueve porque sabe desentrañar la naturaleza misma del lenguaje, los recovecos de la voz que clama por debajo del sonido.

En Vibración de los nombres nos encontramos con una poesía que es a la vez aluvión y remanso, vuelo y camino hacia las profundidades de la palabra que se hace murmullo o silencio.

El sol es un murmullo en los naranjos/      Descorren el telón sobre la huerta/ Y una mujer que danza se desnuda; / por el roce punzante de la niebla/ siente que las estrellas no vendrán/         No aplaudan todavía/             Lo que florece en torno a los naranjos no es azahar: un  hongo venenoso/ que se cuela en la tierra/ en la piel de la huerta/.  Se ha rasgado tu capa entre las ramas, / ¿y ahora cómo vas a guarecerte/ de la sed del levante que te sopla o la niebla, sin alma, engullidora?

La lectura de Vibración de los nombres, es una lectura que ejerce de invitación a la conciencia, ya que todas las palabras son tan vivas y elegidas, que el lector se deja llevar por el ritmo trascendental y pausado que le entrega sus sentidos, quizás, porque supone una epifanía, supone el encuentro definitivo con la poesía, con el lenguaje.

Gracias, Lucía Rosa González. Impecable. Felicidades.

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domingo, 31 de marzo de 2024

Morbi Dei, libro en el que este filósofo argentino nos propone una visión ácida de la realidad, a modo de cuaderno de bitácora.

"Eduardo Sanguinetti no es un desconocido para los lectores y espectadores de arte, de medios y museos y galerías del mundo. Podemos leerlo en sus libros, ensayos, poemarios y páginas de opinión de diarios y revistas especializadas, reflexiones agudas, por lo general revulsivas, que abordan asuntos trascendentes”, definió hace tiempo en la Revista Cultura, César Magrini.


Este filósofo, poeta y artista multifacético, pone en juego demasiados valores, cual caleidoscopio existencial. Censurado en su país, Argentina, incluso en esta democracia naciente, asume con coraje la resistencia con su dialéctica precisa el intento de modificar el estado de las cosas, en una épica sin antecedentes en la región, donde se impone la desmesura de quienes manipulan los espacios que pretenden ser portavoces de la cultura de un tiempo sin referentes válidos.

Iniciado, diplomado y premiado en las ciencias de la naturaleza y del espíritu, del pensamiento a destiempo y de la historia, ha adquirido el conocimiento de instancias empíricas, en contacto con seres humanos.

El mundo no está hecho sino de elementos filosóficos, instalaron leyes humanas, que afectaron el normal funcionamiento de comunidades y civilizaciones y de pronto la ilusión, atropellada por conceptos, nada más que conceptos diluídos en vacuos impresos laminados, oportunistas, que este filósofo con el coraje que lo caracteriza procura dejar fuera del juego de las alusiones y esfumados.

Morbi Dei, libro en el que este filósofo argentino nos propone una visión ácida de la realidad a modo de cuaderno de bitácora en sus tránsitos por las más diversas regiones del planeta.

Morbi Dei fue presentado en este año, por el escritor y crítico Bernardo Ezequiel Koremblit, quien acertadamente comentó que "Sanguinetti pone demasiadas cosas en discusión..."y así es, con un estilo punzante pero no exento de poesía y en el que asoman rasgos de un fino humor Sanguinetti desmenuza la realidad, desmitifica axiomas y demuele el conformismo y el lugar común."

Un individuo comprometido con su tiempo, "en guerra con sus entrañas" (como decía Antonio Machado), nos conduce ora a la crítica sin concesiones de los "valores" occidentales, ora a la paradoja metafísica; en cualquiera de esos ámbitos, el autor se mueve con soltura por momentos con imágenes herméticas pero válidas para hacernos reflexionar y conmocionarnos.

Eduardo Sanguinetti pone juego demasiados "valores" en la sociedad anquilosada en los desgastados niveles de una hipócrita elite culturosa y de la "fama" y "el éxito". Su calidad de hombre entero no negociable (Adolfo Bioy Casares) hace que la corruptela política-cultural lo considere peligroso en su país Argentina, donde se le silencia y censura de modo abominable…

Su obra contestaría y visionaria lo coloca como no podría ser de otro modo a la altura de un RimbaudApollinaire o tal vez un Barthes en su dialéctica cual metáfora de lo indecible, que inhibe al lector desprevenido y al espectador ignorante. Precursor del minimalismo en América Latina y del Land Art según Jean Baudrillard.

Pero vale la pena y lo aconsejo no dejar de leer Morbi Dei, visionaria, caleidoscopio existencial carente por completo de concesiones. Una vana quimera de revelación devenida en relatos fragmentados, juegos de palabras y anagramas que intentan abarcar en la ambición de sus tránsitos los diversos sentidos que adopta la escritura contenida en una 'caligrafía rústica' relacionada con los modos de esta región". Invito a leer esta novela, con la certeza de tener ante nosotros a un pensador que convoca al vacío ante sí en una dialéctica de la soledad.

Eduardo Sanguinetti, nos deja una lección de vida, a todos los que amamos la cultura y el arte, emigrantes trashumantes, en búsqueda de un lugar donde dejar nuestros legados y la herencia de preguntas y perplejidades, aún irresueltas en una Argentina, donde una crítica de arte, teatro o cine se cotiza en mercado, alentados por una televisión desastrosa, siempre en busca del rating.

La portentosa obra escrita, visual y musical de Eduardo Sanguinetti, es memoria y recuerdo de nuestras identidades, las cuales pareciera siguen siendo las del anonimato de nuestra identidad cultural, tan degradada.

Eduardo Sanguinetti, siempre habla de y para las nuevas generaciones, los hambreados y excluidos, con valentía denuncia a los mercaderes del arte, de las traiciones y pactos espurios, propiciados por una burguesía pudibunda y mezquina.

Eduardo Sanguinetti, a quién he conocido en 1979 en la Galería de arte Van Riel, donde exponía su material visual admirable, de la que he escrito una opinión en el diario donde habitualmente intento dar un panorama del acontecer cultural de Argentina, pero este encuentro da para otro artículo.

En ese entonces, el joven Eduardo Sanguinetti, un precursor, le pese a quién le pese, clausurado en la denominada cultura argentina, ya hablaba contra el olvido, entre la pausa y la espera de un tiempo para vivir.

Se trata, pues, de un compromiso que nos concierne a todos y que nos convoca desde la ética, como nos manifiesta desde un fragmento aplicable a este tiempo y espacio: «No puedo dejar de mencionar el poder de los estúpidos, la justicia criminal, la avidez burguesa, la hipocresía de los políticos, la genuflexión de los intelectuales… (…) y aún decir que la ciudad de Buenos Aires, hoy es la más sucia de todas las capitales, con los miembros paralizados, la cabeza podrida y los nervios destrozados».

 

https://livingmusik.bandcamp.com/track/morbi-dei-blues

https://www.youtube.com/watch?v=SlxU2hVqHsA

lunes, 25 de marzo de 2024

¿Qué hacemos con los 260 suicidios al año en Canarias?

            Ida y vuelta

            Luis León Barreto

Comparativamente con la media europea, en España hay pocos psicólogos y los planes para tratar la prevención de la salud mental son insuficientes.  La falta de psicólogos en la sanidad pública es preocupante. España solo ofrece seis de estos profesionales por cada 100.000 habitantes, una tasa hasta tres veces menor que la media europea. Hay desempleo, pobreza, falta de un futuro, alcoholismo y drogadicción, falta de educación para muchas personas, desigualdades, recursos que no se quedan en la isla, falta de implicación de los políticos en asuntos sociales y de apoyo a la ciudadanía.

Cada vez son más las personas que acuden a terapia en España, pero aun así el empeoramiento de la salud mental en la población de todas las edades es una realidad aparentemente sin freno. Una de cada cuatro personas sufren o sufrirán un trastorno mental a lo largo de su vida. ¿Influye el factor insular en los desarreglos psicológicos?

Estamos viviendo 'la era de la salud mental'. Nunca antes se habló tanto de ello. El contenido de autoayuda en libros y redes sociales no deja de aumentar en todo el mundo. Poco a poco nos hemos ido acostumbrando a pedir ayuda psicológica, según las estadísticas más de 12 millones de españoles —un 26,2 por ciento de la población—  acuden actualmente a un especialista de salud mental, según los datos del informe de Mutua Madrileña. Una cifra bastante considerable respecto a los que iban a consulta hace cinco años. Además, la demanda de psicólogos ha crecido un 37,2 por ciento, según datos del Ministerio de Salud.

¿Tiene algo que ver la condición insular con las elevadas cifras de suicidios? Las limitaciones del medio, la falta de salidas, la pandemia, la irrupción de un volcán han sido generadoras de mala salud mental en la isla de La Palma. Medio en broma, hace tiempo se decía que la isla de La Palma era como un sanatorio psiquiátrico al que solo le faltaba ponerle una tapa encima. Precisamente esta isla ha sufrido recientemente incendios, pandemia y la destrucción de un volcán, lo cual hace que abunden las depresiones y que muchas personas se estén medicando. Hubo quienes lo perdieron absolutamente todo: casas, fincas de plataneras, y aunque hubo ayudas del consorcio de seguros, el daño psicológico y moral ha sido muy grave. Los ansiolíticos son medicamentos para la depresión, para el insomnio, para regular el estado nervioso de las personas.

                         

España es el país con más alto consumo de pastillas psiquiátricas, hay una gran adicción a las benzodiacepinas, los medicamentos psicotrópicos empleados en tratamientos de insomnio, depresión o ansiedad. Y cerca de un 25 por ciento de los jóvenes de entre 15 y 29 años reconoce haber tomado ansiolíticos, según el Barómetro Juvenil de Salud y Bienestar de 2021.

Estos aumentos en la demanda de psicólogos y el consumo de ansiolíticos coinciden con un escenario completamente contrario a lo que debería estar sucediendo respecto con las cifras precedentes: a pesar de que las personas acuden mucho más a terapia que hace una década, la salud mental en nuestro país no parece estar mejorando. Así lo piensa, al menos, un 74,7 por ciento de los españoles.

El número de suicidios tampoco deja de crecer desde que en 2008 pasó a ser la primera causa de muerte no natural en nuestro país, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Ya superan los 4.000 al año, según cifras oficiales en Canarias se cuantificado 260 el año pasado. «Mucho de lo que estamos viendo ha aflorado sensiblemente tras los tres años de pandemia y todos sus impactos en la vida de las personas», explica José Antonio Luengo, decano del Colegio Oficial de Psicología en Madrid. Se estima que cuatro millones de personas sufren depresión en toda España. Aquí en las islas hay que añadir un hecho flagrante: a pesar del empujón turístico, se ha incrementado el índice de pobreza, el desarraigo.

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sábado, 16 de marzo de 2024

MUJER DESTACADA, 2024 EN LOS LLANOS DE ARIDANE, LA PALMA.

Corren tiempos agitados, desordenados, violentos. Y en nuestro día a día nos encontramos constantemente inmersos en una maraña de experiencias, desafíos y responsabilidades. Vamos a remolque, a la búsqueda de la lluvia, de las mareas, del viento, de la felicidad. Pero como afirmó el psiquiatra Viktor Frankl, por allá por los años 30, -corremos el riesgo de perder de vista nuestra verdadera razón de ser: La búsqueda del sentido de la propia vida en la gran aventura de la existencia-.


Y esa aventura de la existencia es la que hoy nos ha convocado para celebrar el papel de la mujer actual. Mujeres que trabajan en Organizaciones, Asociaciones, Centros Públicos y privados. Mujeres que hoy han sido distinguidas. Mujeres que han sabido compatibilizar las tareas relacionadas con la reproducción, la crianza, el ámbito doméstico, el equilibrio entre las responsabilidades profesionales y las familiares. Mujeres que aportan perspectivas únicas, talento y habilidades en todos los campos de la Sociedad.


Mujeres con un gran sentido de hermandad como Rosa María Rodríguez, Mujer Destacada, 2024, distinguida por el Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane, como reconocimiento a su labor frente a la Junta Insular de la Asociación Española contra el Cáncer en la isla de La Palma. Propuesta a través de la Concejalía de Igualdad y la Concejal Idaira Pérez

                                     

Rosa María nació en el barrio del Cardón, junto al mar de Tazacorte, desde donde Alonso Fernández de Lugo inició la conquista de La Palma. Vivió en la casa familiar que construyó su abuelo, el que vino de La Breña, en un paisaje alfombrado por piedras, repletas de casetas y casas construidas con hojas de badanas, estacones y sogas de pita.

Y hablando con la galardonada, me relata, con timidez y una sonrisa en los labios, los acontecimientos de su vida y los de otras vidas. Me relata hechos dolorosos de su infancia, como la tristeza de perder a su hermana cuando solo tenía 15 años. Y me revela:

-           Murió de algo malo, como se decía antes. La palabra cáncer no se pronunciaba.

Muchos años después, exactamente en el 2003, su marido, Nereo que la trataba como a una reina, -recuerda ella con melancolía-, muere también de cáncer. Y entonces comprendió que, a pesar de sentirse arropada y querida por sus dos hijos, aquel largo periodo de convivencia feliz había terminado.


Me relata también hechos brillantes:

                     -Me gustaba corretear con mis amigas por la playa, llegar a las barcas de los pescadores y bañarnos. Y jugar, jugar con mi abuelo. Él se inventó un juego, consistía en que juntos contábamos el número de coches que entraban por la tarde en el Cardón. Así, mientras mantenía la cachimba entre los labios, recitábamos los pocos coches que llegaban. Ya se sabe, eran otros tiempos, pero aquellos placeres que mi abuelo me proporcionó, han sido uno de los mejores recuerdos de mi vida.


Tenía Rosa María 14 ó15 años cuando se marchó estudiar, a La Laguna, Tenerife, Secretariado y Educación Física, llegando a ser la entrenadora provincial de Gimnasia Rítmica. Especialidad que ejerció a lo largo de su vida profesional. Labor que aún recuerdan sus alumnas con inmenso cariño.

Y en el año 69 del pasado siglo, la nombraron reina de las Fiestas de Tazacorte. Y me confiesa:

-Nereo estaba en el balcón del Miami cuando me vio pasar en una carroza y, en ese momento, se quedó prendado de mí. Y añadió- aunque la primera vez que yo lo vi estaba en la terraza de su casa, en el entierro de su madre.

¡Qué recuerdos! evoca Rosa María el mar por la mañana y el caminar por el Paseo por la parte vieja del Puerto, el Túnel. Y recuerda algunas amigas que aún se saludan con cariño. Y el recuerdo se le mete más adentro, y repasa escenas y acontecimientos, como el cura de Tazacorte, Don Pedro Capote, las películas que proyectaban en invierno en el Hotel Hacienda de Abajo. Y, como nunca ha dejado de soñar sus sueños, emocionada, me comenta feliz que ahora está aprendiendo a tocar el piano.


En el 2004, su amiga María Lulia, la invita un día a tomar un café para hablar un ratito. Se reúnen y, enseguida, le expresa que le gustaría contar con su  colaboración en la Asociación Española Contra el Cáncer, le habla del Proyecto y, mientras hablaba sus palabras ganaban fuerza, es una mujer con un gran sentido de persuasión. Finalmente, Rosa María aceptó a compartir una reunión en la entidad. Y cuál fue su sorpresa cuando María Lulia la presenta como la Nueva Vicepresidenta de la Sociedad. Juntas fueron fieles al compromiso con AECC hasta que ella se retira y Rosa María accede a la Presidencia en el 2017. 

Así comienza la labor solidaria de nuestra Mujer Destacada 2024, comienza la historia del desafío con valentía e imaginación para organizar las fiestas benéficas, la entrega y  el coraje para buscar soluciones, el deber y la serenidad para acercarse a una realidad, que silenciosa, vive entre nosotros, se presenta en toda su imponente desnudez y determina incontables muertes cotidianas.

Para terminar, escuchemos la voz emocionada de Rosa María Rodríguez:

-Pronto me acostumbré a la cultura sanitaria, a los nombres y a las conversaciones de mis compañeras, médicos, psicólogos, pedagogos, enfermeros, trabajadores sociales e incluso con los familiares. Me acostumbré a acompañar a las personas que resisten con las que creo que nunca dejaré de emocionarme y de ahondar en cada una de las historias personales y humanas.   

Gracias Rosa María.

 

martes, 12 de marzo de 2024

ESPECTROS DEL ARCOÍRIS, DE RUBEN METTINI


 Con su particular estilo, Rubén Mettini despliega un marcado homoerotismo en ambientes góticos recreados con su exquisito tono narrativo. Sucesos extraños en la celda de una abadía, fantasmas tras los espejos, un amante eterno a una habitación cerrada o un cuadro con mágicos poderosos son algunas de las apuestas del escritor argentino que promete mantenernos absortos en la lectura.

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miércoles, 28 de febrero de 2024

UNA LECTURA DE “EL VOLCÁN Y OTROS CUENTOS”, de Luis León Barreto

Por Lucía Rosa González

 Luis León Barreto es autor de 30 libros, fundamentalmente de narrativa. Novelas, cuentos, ensayos, novela negra. Licenciado en Periodismo, fue subdirector de La Provincia, director del Club Prensa Canaria y jefe de Prensa del Cabildo de Gran Canaria. Hijo predilecto de la isla de La Palma, Hijo adoptivo de Telde, con varios premios literarios y periodísticos; así el Julio Tovar, 1970; el Benito Pérez Galdós, 1976 y el Blasco Ibáñez, 1981. Entre los galardones periodísticos, el Leoncio Rodríguez, de El Día; el Víctor Zurita, de La Tarde, y el León y Castillo, del Cabildo de Gran Canaria. "Las espiritistas de Telde", su obra más conocida, ha sido traducida al rumano, alemán, inglés, italiano y francés. Fue invitado por las universidades de Leeds y Birmigham, Inglaterra, con la colaboración de los centros Cervantes. A todo ello hay que añadir que en la actualidad participa en periódicos de papel y digitales y prepara nuevos libros de relatos.

 


 Luis León Barreto es un autor realista, la creación de tan diversas realidades le aporta bienestar personal. Es el complemento determinante de su día a día. En el libro “El volcán y otros cuentos” el argumento le sirve de excusa para indagar en la condición humana desde todos los frentes, el metafísico, la crítica o la protesta, creando un mundo personal e inconfundible. Aquí echaríamos manos de su estilo, ese modo inmanente al autor, su identidad literaria. La temática es variada, desde la adversidad volcánica de esta isla hasta avistar hipopótamos en África, o la idiosincrasia india, las llamadas a la oración en Jerusalem, el humor negro, el bullying por la condición sexual, los sobornos del diablo, el abuso sexual, el sadomasoquismo, la pandemia, la fusión imperceptible entre sueño y realidad. Y como hilo conductor la idiosincrasia isleña, las costumbres, los paisajes de La Caldera o La isla de San Borondón. En estos relatos hay una doble invención; la creación de los distintos espacios que no sé si es instintiva o premeditada porque armonizan al dedillo con lo que se cuenta en cada relato, y las diferentes tramas, cuyo lenguaje apropiado asimila, calma o agita. Es esmerada la documentación y muy reveladora con respecto a las costumbres y el carácter de los personajes. Luego están los desenlaces. Que escandalizan, sorprenden o generan placer. Y evidentemente la insularidad que recorre la obra, perceptible en “El volcán”, “Taburiente”, “Los dragos” “Azul sobre el mar”, “Tijarafe”, “Lo sagrado”. En este sentido, los relatos la trascienden rastreando los misterios de la vida para interpretar y darle sentido a la existencia: “El tren eléctrico”, “Shalom”, “Mi buenos Aires querido”, “El muerto de la buena suerte”, “El maniático”, “Esperando la patera”, “Fyffes”, “La Vía Láctea”, “Adán y Eva fuera del Edén”, “Edgar Allan Poe”. En un relato corto no caben las divagaciones que sí tolera una novela, en este caso el autor debe reprimir su carácter novelístico, luchar contra él para poner la chispa y sorprender a los lectores, peculiaridad que advertimos en “El volcán y otros cuentos”. Observen cómo acaban algunos muy significativos. “Clapham South”: “Brillaba el cielo y la tierra requemada parecía recién bajada de un desierto lunar”, o en “Jubilados”: “Todo consiste en vivir hasta el día siguiente”. En “Namasté”: “Entendí que el tiempo es un círculo que gira sin parar, después de los grandes desastres el alma genera la medicina del olvido.” Luis León Barreto domina con maestría la tensión narrativa en estos relatos, se aprecia la atracción que ejerce en él la narrativa breve. Y no solo la verosimilitud, sino la apariencia coexisten y transitan a sus anchas en “El volcán y otros cuentos”. Damos la enhorabuena al autor. 

 (La Cosmológica, Santa Cruz de La Palma, 8 de febrero de 2024)

 

viernes, 23 de febrero de 2024

Entre calimas y alisios

 Ida y vuelta

Luis León Barreto

En los tiempos antiguos, el carnaval solía obsequiarnos con bullicio en las calles y unos buenos chaparrones, que más de una vez llegaban a provocar inundaciones, recordamos una en la cual la calle Francisco Gourié se quedó muy afectada. Eran otros tiempos, qué duda cabe, cuando las presas se quedaban repletas tras los intensos chaparrones y los barranquillos siempre resecos llevaban su buen caudal. En las zonas plataneras, los agricultores celebraban aquellas regadas que daba el cielo, y eso significaba un gran optimismo cara al nuevo año, ya que el ahorro en agua les llevaba a lanzarse a disfrutar más de un extra.

Ahora las cosas están cambiando tanto y tan deprisa que a veces le digo a mi mujer: menos mal que dentro de 20 años, cuando el planeta esté mucho más deteriorado, ya no veré el gran estropicio del clima. El futuro no va a ser muy beneficioso para nuestros descendientes, le comento. No te lo creas, me responde. Pues todo va tan rápido que igual dentro de cuatro o cinco años ya verás por tus propios ojos el gran desastre del clima, puede que incluso veamos un elevado paro juvenil, aunque bien es verdad que la economía tiene sus picos y tanto puede bajar mucho como dar un subidón cuando menos te lo esperes.  Ciertamente, de año en año los niveles de deterioro climático son muy agudos.

            Lo cierto es que desde diciembre, incluso desde mucho antes de Navidad, la calima se ha hecho la dueña de nuestros horizontes. Enero y febrero son ahora meses en los que el polvo sahariano llega con más intensidad hasta nosotros. Hace tiempo que no hay inviernos, nos estamos tropicalizando en tal medida que por las noches resulta difícil dormir cuando llegamos a los 22 o 24 grados como si tal cosa. Llevamos muchos años así, con invasiones saharianas más duraderas, más intensas y que llegan más lejos. En el mapa del tiempo podemos apreciar que con frecuencia ese polvo en suspensión sube hasta Portugal, sobrepasa Madrid, llega hasta Francia y Alemania. También se ha comprobado que accede con mucha facilidad a las islas del Caribe.

Cielos con escasa nubosidad y temperaturas elevadas. Esa es la tónica preponderante, con un fuerte anticiclón posicionado muy cerca. En la Península están construyendo desaladoras a toda prisa, y sobre todo en Cataluña se prevén restricciones en el consumo de agua cara al próximo verano porque las presas están más que secas, y los ríos van con un caudal muy precario. Pero en esta pelea de los elementos, aquí en las islas no siempre lo tenemos todo perdido ya que el alisio siempre estará pugnando por abrirse camino y traernos alguna alegría.

Hay calimas cálidas y otras más frescas. Podemos recordar que el verano del año pasado sobrepasamos los 40 grados a la sombra en muy diversos escenarios de las islas, desde Fataga a El Paso en La Palma, desde las islas orientales a las occidentales. El aire en aquellos meses de julio y agosto era tórrido, hasta los 42 y 44 grados, durante varios días aquí se registraron con las temperaturas más altas de toda España, mientras que las calimas que llegan en enero y febrero por lo general son algo más livianas de temperatura, aunque más copiosas en cuanto a las masas de polvo que nos llegan.

Ya se nos ha avisado sobre el progresivo deshielo de los polos, la elevación del nivel del mar en todo el planeta y cosas de este tipo, con lo cual ciudades del litoral como Las Palmas de Gran Canaria se verían muy afectadas, particularmente en las playas de Alcaravaneras y Las Canteras. Es de esperar que estas predicciones tan catastrofistas no lleguen a término, y también es de esperar que la tecnología pueda echarnos una mano en la medida en que debemos sobrevivir más allá de tales amenazas.

lunes, 19 de febrero de 2024

DE LA MANO DE FERNANDO DELGADO

 Elvira Lindo

Es posible que durante cinco años Fernandodelgado y Manolito fueran la pareja más popular de la radio española. Eran muchísimos los oyentes que los sábados y los domingos a las doce menos diez se quedaban sentados en la cocina escuchando el diálogo medio loco, tierno o impertinente de aquel señor de voz extraordinaria y el niño carabanchelero. Con la misma concentración con que nuestras abuelas se arrimaban al aparato a escuchar el serial, seducidos por la misma magia de antaño. Aquellas conversaciones son hoy valiosos recuerdos para varias generaciones que inauguraban los fines de semana con la voz del Pequeño Ruiseñor entonando Campanera. Fernando había escuchado al Gafotas en la madrugada de RNE y se le ocurrió que aquellas historietas de un niño con acento de barrio podían ser la chispa de su A vivir que son dos días. A la guionista que era yo le sorprendió la propuesta porque no veía claro cómo podían entonar aquellas dos voces. Pero la radio es puro milagro, más aún cuando no se veía a través de los móviles, y aquel dúo de seres tan dispares fue encajando y transformándose en una pareja clásica de payasos: el grandón sabelotodo y el pequeño que le saca ventaja con su rapidez verbal.

Ahora creo que el secreto del éxito de aquella pareja cómica fue que Fernando creía ciegamente en la existencia de Manolito. Él mismo era como un niño, uno de esos niños inocentones que se creen hasta los trucos más torpes del mago. Su actitud era tan sincera que no dejaba de sorprendernos: era capaz de reírse de verdad, de emocionarse de verdad y de enfadarse de verdad. Alguna vez, tras una intervención del niño impertinente se quedó mustio y la guionista del espacio que yo era lo llamaba por la tarde y le decía: “¡Pero Fernando, que es de broma!”.

No fue necesario convertir a Fernando en personaje porque en sí ya lo era: se trataba de un hombretón con el alma de un crío con la extraordinaria cualidad de hacer que todas las personas que trabajaban con él lo protegieran, se implicaran en sus problemas cotidianos y le trataran como se trata a un tío torpón al que hay que mimar y cuidar para que no se le caigan las cosas de las manos y no provoque un desastre doméstico. Cuando Fernandodelgado y Manolito representaban su teatrillo en el estudio los compañeros dejaban sus tareas y se quedaban pegados al cristal. Era esa emoción en estado puro que solo se produce en un estudio de radio. Al acabar, tirábamos los guiones a la papelera y emprendíamos el camino a casa. Vivíamos muy cerca. A Fernando no le cabía en la cabeza que una vez terminado el espacio el niño se hubiera esfumado y, no miento, me tomaba de la mano o del hombro con esa fuerza descontrolada de los hombres grandones para cruzar la calle. De nada me valía desprenderme de su mano, había algo que aquel personaje logró despertar en él, una especie de sentimiento de paternidad ante el que yo me rendía.

Cada vez que lo vi a lo largo de estos años se despertaba entre nosotros un eco de aquella tiernísima complicidad. Escribo ahora esto con gran dolor de corazón. Puedo verlo alejarse, aliviando su cojera en el bastón y llevando de su mano a un niño.

jueves, 15 de febrero de 2024

UN PASEO POR “TERRITORIOS ÍNTIMOS. LAS PROFUNDIDADES DEL PLACER” de Rosario Valcárcel

 

 Rosario Valcárcel es una escritora canaria, narradora y poeta. Mujer pionera en escribir literatura erótica en Canarias. Muestra de ello son sus libros de relatos eróticos “Del amor y las pasiones”, “El séptimo cielo” y “Sexo corazón y vida”, además, “La peña de la Vieja”, “Las máscaras de Afrodita”, “Cuentos gozosos y cuentos traviesos”, este coeditado con Luis León Barreto, el poemario “Himno a la vida”, y la novela “Moby Dick en Las Canteras”. Su obra ha sido traducida al rumano, alemán, al francés. Ha obtenido, entre otros, premios literarios como el Domingo Acosta Pérez, ha representado a Canarias en el libro colectivo “Poemas para conocer la situación de la infancia en España”, editado por el Instituto de la Mujer y el Ministerio de Educación. Ha participado en múltiples antologías, escribe prólogos, comentarios de arte, interviene en presentaciones de libros, colabora en periódicos digitales de las islas y fuera de ellas.



 Rosario es todo eso, pero también es amiga. Así que la amistad hoy recorre con su brillo literario esta sala entrañable. Cuando la conocí, por supuesto ya escribía, pero cuando la leí, entendí el porqué de la flor que moldea su pelo, bueno, moldea no, su pelo no se deja intimidar por una flor. Y al leer sus relatos llenos de sexualidad percibí el lado generoso de Rosario, ella escribe para que los lectores gocen del erotismo como de una exquisitez, y lo celebramos. Defensora de los derechos de la mujer, la obra que hoy presentamos, “Territorios íntimos: las profundidades del placer”, es un libro de ensayo con reflexiones sobre el erotismo, las relaciones humanas, la vida en pareja, el sexo, la soledad. El libro lo cierra una antología poética de autores actuales entre las que me incluyo. Desde chica, Rosario sentía una curiosidad latente por las contradicciones que descubría en las normas de la iglesia alusivas al sexo cuya práctica desembocaba en el pecado, sintiendo culpabilidad en cualquier manifestación amorosa.

En los primeros años del siglo pasado, los hombres rechazaban la erudición de las mujeres como estrategia de sumisión poniendo trabas a su independencia. “¡Esas mujeres leídas!”, como apunta la autora. Las citas entre las parejas se concertaban bajo la vigilancia de una carabina y el adulterio se medía con distinto rasero, si alguien tenía derecho a una infidelidad era el hombre, mientras la mujer, en la misma circunstancia, era tildada de provocadora, seductora, lujuriosa. Se estigmatizaba la infidelidad femenina y se legitimaba la masculina. 


De este manera exhaustiva, la autora profundiza en las controvertidas peculiaridades relativas a la opresión sexual femenina y la exaltación de la masculina en una sociedad basada en las tradicionales relaciones patriarcales de poder, y amparándose en las huellas que la mejor literatura nos ha ofrecido; además del cine erótico, “El graduado” o “El último tango en París” de los años sesenta -películas que disfrutamos en la época universitaria- sin descartar las experiencias personales, vivencias carismáticas que la autora con infinita ternura explicita. Desde el pecaminoso uso del bikini o la repulsa que se ejercía sobre las madres solteras en los años sesenta y setenta hasta el propósito actual de una mujer libre que lleva la iniciativa en las universidades o en el ejército. 

Todo ello respaldado por autoras cuya obra Rosario analiza e interpreta. En este sentido Virginia Wölf se convierte en la escritora por antonomasia de la liberación de la mujer. En su libro “Un cuarto propio” reivindica un espacio propio e independencia económica para las mujeres que hasta ese momento estaban excluidas. Nos habla de la supuesta hermana poeta de Shakespeare, cuyo gran talento frustrado ante la indiferencia del mundo y de la sociedad del siglo XVI la indujo al suicidio. 

Cita Rosario Valcárcel a Simone de Beauvoir (S. XX), quien dio voz a mujeres que hasta ese momento se habían sentido excluidas. Beauvoir no solo crea polémica narrando un romance a tres bandas, sino que critica los obstáculos para el desarrollo intelectual y profesional femenino, convirtiéndose en defensora acérrima de la igualdad y de los derechos de la mujer. En 1949 publica “El segundo sexo”, tachada de inmoral, escandalosa y pornográfica por los defensores del catolicismo; obra de referencia del movimiento feminista. 

Rosario Valcárcel indaga en la obra de Violette Leduc (1907/1972), autora de “La bastarda”, cuyo prólogo es obra de la misma Simone de Beauvoir. En sus confesiones sexuales seduce el modo poético de expresar el erotismo: “Escandaliza a los puritanos y los groseros no encuentran lo que buscan”, dice Beauvoir. Sin descuidar las obras de referencia, las citas textuales corroboran las interesantes deducciones que maneja Rosario Valcárcel sobre los múltiples aspectos de la sexualidad velados a lo largo de la historia sin prescindir de la información que esclarecen prácticas sexuales inherentes al ser humano y cuyos tabúes entorpecen el conocimiento de una sociedad que le hace el juego al ocultamiento. 

De ahí que en “Territorios íntimos” el lesbianismo, la masturbación de la mujer, las relaciones homosexuales, la zoofilia, el adulterio, el punto g, la lujuria, el orgasmo, o el sexo en la madurez, entre otros, sean temas expuestos con propiedad y rigor sin sucumbir a la frivolidad, describiendo el embrujo de las prácticas sexuales sin ambages, su intrínseca espiritualidad. 

En el libro confluyen estados placenteros con anécdotas amenas, tales como la dimensión erótica de los zapatos en occidente o del pie para los orientales, textos ocurrentes de autores clásicos como Borges, Vicente Aleixandre o Quevedo, pero sobre todo Samaniego, o la escritora Anaïs Nin (1903/1977), abierta al poliamor y que desafió las convenciones sociales de la época. En 1966 la publicación de sus “Diarios” fue decisiva a favor de la liberación sexual de la mujer. 

En “Territorios íntimos. Las profundidades del placer” Rosario Valcárcel elabora un intachable ensayo minucioso en el que no defiende dogmas ni condena prácticas atractivamente sexuales, sino que arriesga con nitidez y naturalidad un meticuloso examen íntimo. La intuición placentera de la autora, la experiencia, la literatura y la vida son estímulos que hacen más tolerable la cotidianidad para el ser humano. Como dice con un halo poético la autora sobre el placer sexual “emborrachar nuestra conciencia, sentirnos libres y devorarnos como hacen las ballenas bocado a bocado”. 

Agradecemos la fuerza literaria de Rosario Valcárcel, su don natural de seducción, así que dejémonos encandilar por su luz. Y leámosla.

Lucía Rosa González (Santa Cruz de La Palma, 8 de febrero de 2024)

domingo, 4 de febrero de 2024

Poema al carnaval de Venecia en español y alemán


 

V E N E C I A

                              Tú máscara mía surgiste

                              del mar envuelta en sonatas cristalinas,

e igual que Neptuno enarbolas

                              una muda góndola.

                              Hiciste un guiño y te seguí,

                              por campaniles te busqué.

 

                              Tú resplandor furtivo

                              entreabrió palacios de ninfas y cortejos.

                              Transito pedazos de sueños y desenfrenos.

              

                              Aferrada a ti, desperté

                              cuando el fauno surcaba

                              mi deseo, cuando su cuerno

                              voraz hurgaba mis entrañas.

 

                              Avasalló el trigal, descosió

                              mi hendidura.

 

                              Entonces tú, me cautivaste en la oscuridad

                              y mi Canal se inundó de tu néctar.

                              Relamo tu oleaje, floto,

                              me balanceo al son de la convulsión.

                              Muero en ti.

                             

                              Máscara mía, tornaré a Venecia

                              al olor del sexo,

                              a los diálogos de Marco Polo,

                              a beber tu cuerpo a sorbos.

                              Te buscaré desde la Fenice al Ghetto,

                              en la risa ahogada del agua,

                              en el lodo orgiástico.

 

                              Y seré tu goce matinal,

                              tu ángel delirante, tu inmortalidad.

                              Ahora quiero decirte que no pretendas                 

                              mi alma, porque ella solo existirá

                              en el aliento de nuestro sueño.

 

                                            VENEDIG

                              Du meine Maske, du  entistiegst

                              Dem Meer in Kristalline Sonaten gehüllt.

und Neptum gleich reckst du

cine stsumme Goldel hoch.

Du zwinkertest mir zu und ich folgte dir,

Unter allen Camapaniles suchte ich dich.

Dei heimlicher Glanzd                   

offnete die Paläste der Nymphen und ihrem Gefolge.

Ich durchquere  Fetzen von Träumen und wilder Wollust.

An dich geklammert erwachte ich.

Als der Faun meinVerlangen

Durchfurchte, als sein wühlendes Horn

mein Innerstes erforscccchte.

Es machte das Kornfeld nieder,riss

Meine Spalte auf.

 

Du, damals, hattest mich im Dunkeln gebannt

und mein Kanal wurde von deinem Nektar überflutete

Ich lecke deine Brandung, schwebe,

wiege mich im Rhythmus der Zuckungen

Ich sterbe in dir.

 

Maske meine, ich werde wieder nach Venwedig Kommen,

Zu dem Duft nach Sex.

Zu den Dialogen des Marco Polo,

Um Schluckk  für Scluckk  deinen Körper zu trinken.

Ich werde dich suchen von La Fenice bis zum Ghetto,.

Im ertrunkenen Lachen des Wassers,

In  dem orgiastischen Morast.

 

Und ich werde deine morgendliche Lust sein

Dein delirierender Engel, deine Usterblichkeit.

Aber, muss ich dir sage, verlange nicht nach

meiner Seele, denn sie wird allein

In der Kraft unseres Traumes sein.

De Las Máscaras de  Afrodita

Rosario Valcarcel.blogspot.com