miércoles, 23 de julio de 2014

LA VERGÜENZA



  En casa de un labrador
vivían Blas y Lorenza;
se profesaban amor,
pero él tenía vergüenza
y ella tenía rubor.


   A la aurora en el corral
se encontraron en camisa.
El encuentro fue casual;
cubriose ella a toda prisa
la cosa con el pañal.


   Turbado Blas desde luego
se remanga el camisón,
y de vergüenza hecho un fuego
tápase con el faldón
y como ella queda ciego.




   Al huir tropieza Blas
con la cuitada Lorenza,
y... ¡válgate Barrabás!
Yo también tengo vergüenza;
   
no me atrevo a contar más.

Samaniego)

La vergüenza se produce, a veces, por reparo o inseguridad o cuando sientes expuestas determinadas partes de tu cuerpo, o ante ciertos hechos en particular como cuando vivimos momentos de juegos eróticos especiales o intentamos realizar una posición sexual a la que no estamos acostumbrados. “No hay nada donde la vergüenza sea más dominante que en el sexo”, dice la sexóloga Anita Clayton, afirmando que todos en algún instante nos hemos avergonzado de nuestras pasiones o de lo que envuelve la sexualidad en sí.

“Nos han enseñado a negar el sexo que llevamos entre las piernas, a despreciar el extravagante placer que nos ofrece, a llevar registro cuidadoso de sus efusiones y a perfumarlo con sumisión de aroma floral”, dice la también escritora en su libro “Satisfacción”. Tal cual. Rechazamos cada cosa que tenga que ver con nuestro sexo.

Quizás la introversión sea la culpable, porque ella, algunas veces, se encarga de enviarnos una señal pudorosa, y eso hace que no nos atrevamos a hacer todo lo que nos gusta hacer. Esta emoción surge en especial ante personas desconocidas pero también puede surgir con la persona que convives todos los días y  que conoces  intensamente, pero en ciertos aspectos de la intimidad no puedes dejar de sentir vergüenza.

En los hombres la vergüenza suele aparecer en su rendimiento sexual igual que un cuchillo que te apuñala. Suele aparecer en los momentos en que no ha logrado una erección rápido o un control eyaculatorio.

Eso nos limita la expresión sexual y nos lleva a estar pendiente a detalles sin importancia, a cubrir la repentina desnudez, a sentirnos frustrados y casi me atrevo a decir que aterrados. Por eso debemos abrir nuestras emociones, amar nuestro cuerpo y potenciarlo. Debemos aprender a conocernos. A liberarnos, a sentirnos libres porque en el fondo la vida es una locura. A dialogar con tu pareja, a borrar prejuicios, a olvidar creencias erróneas para así encontrar juntos una salida a nuestros miedos. Aprender a que nadie nos imponga su música.

Lo que está claro es que en el ámbito de las relaciones de pareja la vergüenza limita la expresión sexual, y hace que estemos más pendientes de los detalles antes mencionados que de disfrutar plenamente. Por eso debemos desligarlos, combatirla para recuperar la espontaneidad y la complicidad, el gozo.


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sábado, 19 de julio de 2014

La casa de las mil estancias, Carmen Marina Rodríguez Santana

La estancia o estanza en poesía es un tipo de estrofa que surgió con fuerza en el Renacimiento, pero las "estancias" de Carmen Marina no tienen ninguna relación con esas estrofas sino que pertenecen al espacio privado de la poeta, a los laberintos íntimos, al de su poesía y sus relatos. Pertenece a las estancias en donde ella convive con el verbo que siempre es mágico, con la fórmula del lenguaje evocador y revelador, con esas esencias que la hacen soñar. Con un lenguaje en el que ella se adentra como testimonio de vida.

Y nos presenta La Casa de las mil estancias.
Un libro de poemas dividido en ocho estancias en donde como una adolescente evoca a la vida, y  espera desde su casa sin ventanas, mientras la golpean las palabras:

Soy brote de hoja de otoño sobre lava candente
que busca morir en las desgastadas arenas de la noche,
atrapada en el resplandor de la aurora.
Un mascarón de proa que acuchilla las baladas de sirenas.
y conquista otros mundos y otras lenguas,
para volver a encontrar su tesoro de paz
allí donde los sueños se empapan de lluvia.
De lluvia horizontal que fecunda mi vientre
pariendo versos que germinan
 y enraízan en mi tiempo.
Soy mirada de gente antigua que me cubre
con un manto de sabiduría templada
Y me aúpan en volandas para palpar
los aromas desprendidos de mis ojos.
Me vuelvo piel del aire y me abarcas
con los brazos de la madre protectora
y surco tus coladas como ángel de los senderos
con alma verde dormida,
Isla mía.

La Casa de las Mil estancias está concebida con el propio movimiento de la memoria. Sí, porque ella realiza un sondeo en la intimidad de sus estancias, quizás con la intención de poner en orden sus vivencias para aplicarlas a la vida cotidiana y lo hace con un discurso que con frecuencia alcanzan la narrativa, el relato corto como en:

LA   CITA

Llovía a cántaros. Así que, no sabía si anular la cita que tenía programada hacía semanas en su apretada agenda. Finalmente, decidió ir. Se vistió con su mejor traje, estrenó corbata y calzó sus Ferragano. Llevaba una carísima botella de vino de regalo. Tocó repetidamente la puerta y esperó. Rodeó la casa. Y, por fin, cuando ya pensaba que se tendría que marchar, abrió la puerta desde dentro y se dio la bienvenida, invitándose a pasar para no empaparse.

Y también nos trae Carmen Marina unos haikus en donde nos expone lo que está sucediendo en este lugar, en este momento como lo definía el maestro Basho.

HAIKUS DE INVIERNO

Nubes azules
Blanquecinos volcanes
Sobre los campos.

El sol se esconde
Temeroso del viento
Bravo del norte.

En mi camino
Hacia el este, las nubes
Van al oeste.

La temática del libro es muy variada: hay asuntos amorosos, sociales, esbozos de recuerdos, de personajes, descripciones de paisajes…  La Casa de las mil estancias es una estancia múltiple y bella y, a la vez, un hermoso viaje literario, como lo definió Emilio Porta en la contraportada del libro:

Carmen Marina Rodríguez Santana nació en Santa Cruz de Tenerife. Sus grandes pasiones han sido la lectura y la escritura. Actualmente imparte clases por vocación y escribe por adicción. Ha recibido numerosos premios literarios tanto en el registro de poesía como en relatos. Sus dos últimos libros editados por Ediciones Aguere e Idea son:  La Casa de las mil estancias Y Hari Maguada. 

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lunes, 14 de julio de 2014

José Miguel Junco Ezquerra y su último libro SONETOS

La presencia de la poesía de mi amigo José Miguel Junco Ezquerra ilumina los rincones de las redes de internet casi a diario y esa cita se espera. Y se agradece.

Porque su poesía, es un regalo que nos llega envuelto de evocaciones ardientes y serenas. Evocaciones sobre la amistad, el tiempo, el mar,  el amor, la nostalgia… repleta de energías y de esa conmoción de la vida cotidiana. Pero escrita con tal intensidad que parece que sus voces nos tocan, acecharan nuestros secretos.

La poesía de José Miguel Junco es sencilla, sin artificios, pero tan repleta de emociones que parece  tener la llave de otro universo, donde el instinto, las razones, las urgencias y hasta las penas suenan de otra manera. Es como si su corazón supiera desandar sus pasos en la búsqueda de otros paraísos.

Es una poesía en donde el amor y el alma se entrelazan, como en estos poemas entresacados de su último libro SONETOS, (2014)  editado por NACE, con una portada de Rafa Hierro y un prólogo del también poeta Antonio Arroyo, quien ha hecho un retrato delicioso del soneto.

Tú vienes de la luz tan exaltada,
Tan dueña del secreto de la vida
Que apenas iniciada la partida
Resplandece tu cara iluminada.

Tú la estrella fugaz precipitada,
El íntimo rubor, la bienvenida,
La curación completa de la herida,
Quimera por fulgir, esperanzada.

Si tú te vas el mundo sin señales,
En un lance terrible, inesperado,
Seguro perderá sus referentes.

Un corazón al pairo, abandonado,
 En un acontecer sin precedentes
Reclamará la luz que le has robado.
ENMIENDA

Espera corazón, no te aceleres,
 El tiempo marca ritmos y compases,
 Se trata de intentar hacer las paces
Entre lo que antes fuiste y ahora eres.

No vayamos tan tarde a desbocarnos
Ya víctimas de un tiempo confundido,
 Demos el pulso vocación de nido
 Y a la sangre razón de celebrarnos.

Esa atrofia del ansia enamorada,
Ese ya inadecuado desvarío,
Ese empeño de estar en la trinchera;

Contén  esa pasión corazón mío,
 No sea que la ilusión desarbolada
Nos deje consumidos en la hoguera.  Sonetos de José Miguel Junco

Publicaciones: Sonetos (2014), Cierta forma del viento en los cabellos (2011), Países extranjeros (2004), Los días contados (2002), El hombre de salitre y otros poemas (2000), Cambios de ritmo (1997), Hacer las paces (mención especial del jurado del premio internacional de poesía Tomás Morales 1992), Telegrama a una estrella (1989)  Late con intensidad.

Fotos. Rosario Valcárcel  Y José Junco el día en que él ganó el primer premio de poesía erótica convocado por el Centro Canario de Estudios Caribeños El Atlántico, en colaboración con la Nueva Asociación Canaria para la Edición y el Área Cultural Diego Casimiro y el Taller de Poesía Espejo de Paciencia. 


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jueves, 10 de julio de 2014

El mar y el alma del poeta, en la Fiesta de Arte de Los Llanos de Aridane, La Palma.

Y primero era el agua:
Un agua ronca,
sin respirar de peces, sin orillas
que la apretaran...
Era el agua primero,
sobre un mundo naciendo de la mano
de Dios...
Era el agua,  Creación de Dulce María Loynaz  (Cuba)

 ¿Por qué hemos llamado Tierra a nuestro planeta si más del setenta por ciento está cubierta de agua? de mares y de océanos que sostienen nuestro espacio material y que hasta el siglo XX toda ella ha sido un misterio. Y aunque la vida en la Tierra comenzó en los océanos, aún hoy, seguimos sabiendo muy poco de ellos.

          Esa enorme masa líquida nos da alimentos y empleo, vida, esperanza y futuro. Sin embargo la presencia humana no ha sido agradecida y ha ido destruyendo el hábitat marino con vertidos contaminantes, desechos sólidos, con una pesca abusiva…


Es cierto que desde épocas remotas, el hombre, por ignorancia, ha tomado las aguas de nuestro planeta como lugar para arrojar los desechos inútiles. Pero también ha habido seres cuidadosos, amantes al mar, poetas que le han cantado. Ha existido una estrecha vinculación entre el inmenso y profundo mar y el alma del poeta.

                Así el mar ha sido fuente de inspiración, de soledad y de desamparo, de amor y de desamor. Porque los poetas han amado a un mar pródigo, sagrado, irresistible.  Un mar que nos rodea enteramente, que nos comunica y que nos aísla.

Un mar sentimental de arribadas y despedidas, tentador y erótico, poblado de ninfas o deidades marinas que seducían a los marineros con sus hermosos cantos o a islas de ensueños donde una Venus celeste aliviaba a los cansados viajeros en una sinfonía de placeres como nos cuenta el portugués Camoes en su Os Lusiadas.
                 Un mar cruel, repleto de monstruos marinos y dioses delirantes, un mar en donde el agua palpita y rugen tenebrosas tormentas. Un mar en el que nos hemos adentrado para huir de las hambrunas y sentir temblar la culpa como decía Juan Ramón Jiménez. Y viajar por sus vericuetos y honduras y vivenciar el viaje. Y escuchar los aullidos entrecortados de las olas que golpeaban con furia los antiguos veleros.

Los poetas románticos como el inglés John Keats, buscaron su inspiración en la grandiosidad del océano, en la agitación de su flujo y  reflujo. Y Constantinos P. Cavafis extrae de las navegaciones de Ulises un símbolo de la vida humana. Y si Alfonsina Storni refleja en su obra la profunda atracción por el mar y sus misterios para Juan Ramón Jiménez el mar simboliza la vida, la soledad, el gozo, la eternidad. Y para el "poeta del mar", Alberti el recuerdo del mar está unido a la infancia y nos lo presenta como insignia de pureza y libertad, lugar deseado y añorado al que quisiera regresar. Mientras que para Pablo Neruda el mar es maestro de vida y armonía:

NECESITO del mar porque me enseña:
no sé si aprendo música o conciencia
:

Ahora bien para los canarios, la isla es nuestro paisaje y nuestra conquista. El lugar de la piratería, del conocimiento y del comercio. El aliento que nos balancea, el sonido que resuena bajo los pies.

 Así Tomás Morales busca los sueños viajeros hacia lejanos confines, el mar que trae consigo confidencias de sirenas, del puerto: el muelle, la botadura del barco… y nos dice:

El mar es como un viejo camarada de infancia
a quien estoy unido con un salvaje amor;
yo respire, de niño, su salobre fragancia
y aun llevo en mis oídos su bárbaro fragor

Sin embargo el mar en Alonso Quesada es esperanza que se evapora, sentimiento trágico, angustia. Señaló el historiador Ángel Valbuena Prat que es: la tristeza de la soledad.

Este mar se ha dormido hace cien años… ¡Mira
que dentro de las rocas hay un encanto hecho!...
Un anillo…una flecha… ¡una palabra acaso!...

Saulo Torón poeta íntimo nos abre una ventana a la sencillez con una poesía  que destila encanto:

El mar es a mi vida
lo que al hambriento el pan;
para saciar mi espíritu
tengo que ver el mar...

Sin embargo Pedro García Cabrera, hombre frágil, el mar le proporcionó un sentimiento de esperanza y a la vez de melancolía. De angustia esperanzada e imagen familiar como en estos versos.

Pienso en la habitación a oscuras,
construida en la playa,
con la puerta en la mar.)
¿Es esto soledad o es paraíso?...

Como vemos los poetas románticos y los canarios en general hemos amado tanto al mar enigmático y al bienhechor, al cercano y al lejano, al que nos encierra y nos libera, al apacible y al frenético, que nos hemos hecho poetas para expresar su amor.  Y amor a su tierra sentía el cronista oficial del Municipio de Los Llanos de Aridane, D. Pedro Hernández y Hernández un hombre que fue cronista, historiador, poeta, animador cultural, periodista. Así como autor de una fecunda obra literaria, y de la Loa a La Virgen de Los Remedios, que se cantó por primera vez en el año 1943.
Rendimos homenaje a Hernández y Hernández a través del II concurso literario que lleva su nombre. Y los ganadores de este año han sido: En el apartado de Poesía, el jurado decidió otorgar el primer premio a la asturiana María Josefa Yose Álvarez por su obra “Técnica de evasión” y en el apartado de relato corto ha sido galardonado con el primer premio el también asturiano Carlos Fernández con la obra titulada “Pido perdón si os he hecho daño”

Asimismo el Jurado en apartado relatos, acordó otorgar dos accésit en la modalidad de relato corto al riojano Ernesto Tubía por la obra “Trenes”, y al gaditano Juan Manuel Sainz, por su obra “Isla Verde”.

Las obras premiadas y los accésit serán publicadas por el Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane como ya lo ha hecho con la primera edición 2013, publicada recientemente con un excelente prólogo de María Remedios González Brito.

Y para finalizar quiero darles a tod@s la bienvenida a Las Fiestas de Arte. Dar las gracias al Ayuntamiento por invitarme a participar en esta celebración, así como felicitar a la alcaldesa Jesús María Armas Domínguez, a la concejala de fiestas Vanesa Pérez, a la concejala de  Educación y Cultura María Nieves Barroso, y a Guacimara León Díaz por su buen hacer.

 Gracias también por hacerme tan feliz en esta tierra. Y por supuesto gracias a todos los que hacen posible que estas fiestas sigan brillando.

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 Fotos: Noche: Fiesta de Arte y al día siguiente por la mañana en la Plaza de España de Los LLanos de Aridane, con la alcaldesa, Jesus María Armas, la diputada regional, María Haro y otros amig@s después de asistir a la Fiesta-Misa dedicada a La Patrona, la Virgen de los Remedios.  


domingo, 6 de julio de 2014

EL ARTE DE MIRAR, VOYERISMO

..Si, estaba en lo cierto. Detrás de la arboleda el ruido se podía percibir con más claridad. Apartó cuidadosamente una de las ramas y, al ver cuál era el origen de aquellos ruidos, se sobresaltó.
En una zona poco profunda del arroyo, un hombre, de espaldas a Marie, se lavaba todo el cuerpo desnudo. Al ver como se agitaban los músculos de los glúteos, la mujer exhaló un suspiro y, casi sin darse cuenta, se llevó una mano a los pechos y la otra al bajo vientre. Cuando vio que se daba media vuelta se excitó sobremanera… Vicios Privados de Jocelyn Joyce.

El Voyerismo, también llamado inspeccionismo es la práctica de obtención de placer a través de mirar o espiar a terceras personas. Se le llegó a considerar una “perversión”. El voyer suele observar la situación desde lejos, bien mirando por la cerradura de una puerta, o por un resquicio, o utilizando medios técnicos como un espejo, una cámara. La masturbación suele acompañar, al acto voyerista. El riesgo de ser descubierto actúa, a menudo, como un potenciador de la excitación.

Algunas veces esa acción de espiar puede llegar a convertirse en una parafilia caracterizada por intensas necesidades y fantasías sexualmente excitantes que implica el hecho de observar ocultamente a personas desnudas, que se están desnudando o que se encuentran en plena actividad sexual. Suelen actuar en desacuerdo con estas necesidades y se encuentran muy perturbados por ello, pero no lo pueden controlar. No buscan ningún tipo de relación con la persona observada y, por lo tanto se masturban.

Se ha dicho con frecuencia que una auténtica liberación sexual en el cine provocaría, por saturación la desaparición de la pornografía. Eso supone despreciar el voyerismo: la mirada es también un acto y no solo el síntoma de una frustración. No hay que olvidar que el acto de mirar sin consentimiento, de ser testigos de cada una de las historias desde la incorrección que supone el espiar vidas ajenas, constituye un obvio atractivo para el espectador. Es el placer del voyeur, de ver sin ser visto.


En la película “La ventana indiscreta” dirigida y producida por Alfred Hitchcock podemos observar una brillante obra sobre el voyerismo. Recrearnos en el poder erótico de la expresión, de la ausencia de sonido, dramáticamente justificada ya que nos coloca de modo exacto en la situación de ese mirón y proporciona la ilusión de escenas realmente captadas de improviso.  El mismo año en que se publica “La ventana indiscreta” al otro lado del charco Georges Simenon escribe “La mirada indiscreta” (La fenêtre des Rouet), que no ve la luz hasta que termina la II Guerra Mundial en 1945. Curioso la similitud de las dos obras, aunque es prácticamente imposible, y más con la guerra de por medio, que Simenon conociera el relato de Wollrich. Estamos, pues, ante dos grandes autores que casualmente, al mismo tiempo y con propósitos y estilos muy distintos, crearon dos personajes y dos situaciones similares.

               “Vouyer” quiere decir en francés “ver”, “mirón”. La pornoscopia sería  otra insana ocupación, estrechamente ligada al voyerismo, de buscar el placer, de forma preferente o exclusiva a través de  la contemplación o lectura de material pornográfico (libros, grabados, cuadros, esculturas, películas, vídeos… Por ejemplo un voyer puede excitarse entreviendo penes en un urinario público.

Se decía que cuando la  concubina Andrómaca montaba como de jinete al héroe troyano Héctor, los esclavos, con el oído pegado a la puerta, se masturbaban. Más recientemente la gente de posición compraba cuadros de pintores famosos que hoy nos parecería de suma candidez, pero que en la época, eran el no va más del erotismo perverso.

Y hablando de voyerismo me he acordado de un sastre llamado Peeping Tom a quien se le atribuye el mérito de ser el primer voyeur. Se cuenta que Lady Godiva, esposa de Leofrico, conde de Chester, con quien se había casado hacia el año 1040. De acuerdo con el cronista del siglo XIII, Roger de Wendower. Godiva (Godgifu en anglosajón, regalo de Dios), rogó a su cónyuge que disminuyera los impuestos que abrumaban a los habitantes de Coventry; el conde accedió, pero con la condición de que la bella rubia atravesase desnuda las calles de la ciudad a lomos de un precioso caballo blando, cosa que hizo cubriéndose únicamente con su larga cabellera.

Y según cuentan, los habitantes, en un acto de solidaridad, se encerraron en sus casas y evitaron mirarla. Sólo la vio Peeping Tom el indiscreto, que se quedó para mirarla. Desde entonces ha sido llamado Tom el fisgón.
 
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